Yo tenía… Todos los que nos hemos visto afectado por esta
crisis, hemos empezado una (con seguridad) tortuosa reflexión sobre lo que
hemos dejado de tener por culpa de esta situación.
Es cierto, muchos han perdido mucho, otros no tanto aunque
para ellos sea mucho.
En mi caso, a veces pienso que he perdido la estructura de
mi vida, de mi rutina más bien. Es decir, con veintidós años empecé a trabajar
(bueno más bien como todos de becaría con “muchísimas” posibilidades) me compré
un coche, tenía dinero, era buena en lo que hacía… Pero pasó un año y ese
contrato no llegaba y empecé a no ser feliz (al menos una parte de mi)… a
reflexionar del por qué no me contrataban cuando, sin embargo, hacía horario de
trabajador… Ese horario, no me dejaba disfrutar de muchas cosas, no me dejaba comer
en casa, me cansaba mucho, no me dejaba tiempo para gastar el dinero que ganaba
divirtiéndome (aunque mi cuenta de Amazon echaba humos), no me dejaba ir a
clase (aunque realmente me daba una escusa por que no quería ir)…
Cuando la carga de trabajo disminuyó, me redujeron mi
horario al de becaría (por lo tanto y lógicamente mi salario también) ahí al
principio me pareció bien, comía en casa, iba al gimnasio, tenía más tiempo
para mi pareja y mi familia… Pero me reconcomía en pensar si mi reducción de
jornada (pese a ser evidente el motivo) no se debía a que ya no querían contar
conmigo, por lo que tampoco era feliz del todo…
El día de mi despido “definitivo” me ofrecieron un contrato
en otro departamento, lógicamente acepté (pese a que me quedaba sin verano) era
justo lo que había esperado durante más de un año!! Estaba ilusionada, nuevos
retos, mismo lugar…. (Apetecible…) Pero con el paso de las semanas, el trabajo
se me hacía monótono, y no presentaba retos, apenas tenía con quien hablar, ya
no iba al gimnasio, no podía ir a la playa, no podía gastar como quería el
dinero que ganaba, echaba de menos comer con mi familia, que casi podía ver a
través de la bahía que nos separaba…. Al final tampoco era completamente feliz.
Lógicamente un día llegó el despido definitivo, el cual no
fue un paso agradable, tenía miles de de dudas, ¿Qué iba a hacer ahora? Mientras
que todo este tiempo había estado frustrada por todo lo que quería hacer y no
podía. ¿Cómo pagaría el seguro del coche? Cuando había dejado ahorrado y bien
apartado más de tres años de seguro…. Muchas inseguridades que me llenaban y me
nublaban la mente, ahora me sentía triste y perdida, pese a que tenía todo lo
que anhelaba antes….
Ahora cuatro meses después de estar sin empleo veo que, no
he cumplido nada de lo que quería hacer y no podía mientras trabajaba, no voy
como quisiera en los estudios y la culpa es toda mía (de eso no tengo dudas),
siento angustia y rabia por no hacer nada pero no lo hago…. Y por supuesto
tampoco soy feliz del todo ahora.
Por lo que pienso que “ser feliz” no es algo que dependa de
algo, alguien, como todos sabemos (por que seamos sinceros, todos lo sabemos)
nuestra felicidad depende de nosotros mismos y nos gusta compartirla con
aquellos que creemos que nos dan la felicidad. Pero creo que nos da miedo ser
felices, nos da miedo sentirnos plenos por que mientras nos quejamos y
reflexionamos, vamos viviendo, pero… ¿Es eso una vida? Yo creo que no….
Por eso a partir de ahora, dejaré de posponer todo lo que
quiero hacer (aunque no lo haré todo de golpe) volveré a hacer el deporte que
siempre quiero hacer pero siempre me atrapan las sabanas (¿o las atrapo yo?) Volveré
a estudiar las asignaturas que tanto me hecho odiar y…. y todo aquello que en
el fondo me da miedo pero quiero hacer...
¿Por qué, qué es una crisis, si no peligro y/o oportunidad? Peligro
por que todo lo que nos hace salir del sofá, o nuestro círculo de confort (hablando
apropiadamente) nos da miedo, y una oportunidad por todo aquello con ello que
vamos a hacer y nos está esperando….
Me acompañas????????
SE FELIZ